Trabajo en equipo 👷

Siempre que conversábamos con una pareja amiga, ella, que asistía regularmente al psicólogo, me decía y tú ¿por qué no estudias psicología?, lo comentaba porque normalmente mis consejos de vida eran parecidos a los que diagnosticaba su terapeuta. Y bueno, me convenció.

Para la primera jornada de clases presenciales había llegado temprano a la universidad ese sábado, procurando ser puntual. Sabía que la clase comenzaba a las 8:30 en la casa central, así que caminé convencido de que sería fácil ubicar la sala, porque ya había visto los tutoriales de la página, pero después de muchas vueltas finalmente la encontré, arrinconada en un sector del piso tres. Saludé y me acomodé en los primeros puestos que estaban disponibles. Mientras esperábamos al profe conversamos sobre nuestras ciudades de residencia, nuestras familias y las expectativas que cada uno tenía con la carrera. Con las compañeras y compañeros cercanos tuvimos que formar un grupo de cuatro para una actividad del ramo. Desde ese día con Valeria, Claudia y Héctor armamos un equipo de estudios envidiable, responsable e inseparable, potenciamos nuestras fortalezas y apoyamos nuestras debilidades. Tal es el éxito, que tenemos a otros compañeros en lista de espera para integrarse al equipo.